LOS CUATRO EVANGELIOS PARA EL DISCÍPULO DE NUESTRO TIEMPO
- Primo Gironi, ssp
(Entrega 32)
- “El hijo del carpintero”
Esta definición, que identifica a Jesús por el oficio tomado en familia, nos fue trasmitida de diversas maneras por los primeros tres evangelios, que la tradición aprecia llamarlos sinópticos (del griego syn “de conjunto”, òpsis “mirada”, porque “en una mirada de conjunto” se revelan muchas convergencias).
En el Evangelio de Marcos se dice de Jesús: “¿No es este el carpintero, el hijo de María?” (6, 3). Este Evangelista probablemente quiere subrayar que el trabajo que desempeñaba José, ahora lo desempeña “personalmente” Jesús; la expresión “Hijo de María” podría aludir a la muerte de José y al hecho de que Jesús había reemplazado al padre en el oficio de “carpintero” en Nazaret.
Sin embargo, en el contexto en el cual se encuentra (la sinagoga de Nazaret y el culto del sábado), esta definición resulta ofensiva referente a Jesús y considerada por sus paisanos no idónea (por el motivo del oficio que desempeñaba) ni autorizada (porque estaba fuera del círculo de la modalidad rabínica tradicional) a hablar y actuar en determinada manera, (predicación/enseñanza y signos proféticos/milagros), por la cual su trabajo y su ubicación social no ofrecían ninguna garantía.
Esto explica por qué el evangelista Mateo y Lucas suavizan la definición, presentando a Jesús como “el hijo de José” (Lc 4, 22) y “el hijo del carpintero” (Mt 13, 55). Mateo entiende colocar este título en un contexto más positivo. Él, de hecho, parece referirse a la costumbre de las familias hebraicas, en las cuales la profesión del padre venía enseñada a los hijos.
El término griego tékton (traducido en general como “carpintero”) indica propiamente el “carpintero”, el “constructor” está a la base del término “arquitecto”. Debía tratarse, por tanto, de un trabajo de precisión (trabajar la madera, preparar el material edilicio), que José practicaba con el hijo Jesús sea en Nazaret que en la vecina ciudad de Séforis. Esta ciudad, de hecho, en la época de Jesús fue reconstruida por Herodes Antipas y por los trabajos edilicios recibieron albañiles, carpinteros, y arquitectos de las ciudades vecinas, como Nazaret.
