La solemnidad de Jesús Divino Maestro es de gran relevancia para la Familia Paulina, fundada por el beato Santiago Alberione. Esta festividad no solo celebra a Cristo como el Maestro Supremo, sino que también refleja la profunda espiritualidad que Alberione quiso transmitir a sus seguidores. Para él, Jesús es el camino, la verdad y la vida, y este concepto es fundamental en la misión de la Familia Paulina.
El fundadore entendió que el papel de Jesús como Divino Maestro es esencial para la formación integral de los cristianos. Su enfoque se centró en la necesidad de conocer y seguir las enseñanzas de Cristo, quien guía a sus discípulos en el camino de la fe. El padre Alberione alentó a sus seguidores a ser discípulos activos, comprometidos no solo con la oración, sino también con la acción, llevando el mensaje del Evangelio a través de los medios de comunicación. En este sentido, la figura de Jesús Maestro se convierte en un modelo a seguir en la vida cotidiana.
La espiritualidad paulina se fundamenta en la imitación de Cristo, y la solemnidad de Jesús Divino Maestro ofrece una oportunidad para reflexionar sobre esta vocación. Los miembros de la Familia Paulina son llamados a vivir el mensaje de amor, verdad y servicio que Jesús encarnó. Esta espiritualidad se manifiesta en el compromiso de ser portadores del mensaje cristiano en un mundo que necesita orientación y esperanza.
El padre Alberione también enfatizó la importancia de la comunión con Dios a través de la oración y la contemplación. Para él, la conexión personal con Jesús como Maestro es esencial para el crecimiento espiritual pues a sus pies nos hacemos discípulos. Esta relación íntima permite a los miembros de la Familia Paulina ser luz en sus comunidades, inspirando a otros a acercarse a Cristo y vivir según sus enseñanzas. La solemnidad se convierte así en un momento de renovación espiritual y un llamado a vivir con mayor profundidad la fe.
Por tanto, la solemnidad de Jesús Divino Maestro es un momento crucial para la Familia Paulina, en el que se celebra la figura de Cristo como guía y modelo de vida. La espiritualidad transmitida por Santiago Alberione invita a los miembros a profundizar en su relación con Jesús y a comprometerse con la misión de llevar su mensaje al mundo. Al honrar a Jesús como Divino Maestro, la Familia Paulina reafirma su vocación de ser instrumentos de paz y esperanza, siguiendo el camino que Él trazó.