Pablo, apóstol conectado***
Partimos del axioma de nuestro Fundador: Para el Editor Paulino“el modelo original es Jesucristo y la forma es san Pablo” (VM 653). En efecto, “de Pablo, el Editor Paulino capta la capacidad de percibir las cuestiones concretas del mundo (a escala eclesial, comunitaria, social, etc.) y su esfuerzo de adaptar el lenguaje a cada interlocutor. Asume, después, la dimensión de pastoralidad y universalidad, la profecía, el celo y el compromiso total, la pasión y capacidad de escucha, la audacia y habilidad de construir una red de colaboradores, el dinamismo apostólico y el sentido de responsabilidad. Aprende de él a hacerlo todo por el Evangelio” (Líneas editoriales, 2018).
El Editor Paulino debe usar todos los instrumentos de comunicación y explorar el campo abierto del ámbito digital. Es cierto que, si san Pablo viviera hoy, se serviría también del e-mail, del WhatsApp, de las redes sociales y no descuidaría dar importancia a los contactos directos con cada una de las personas y de las comunidades.
El carteo de san Pablo es una muestra clara de su preocupación por las personas concretas: “Las comunidades, los rostros, los nombres (algunos de ellos mencionados repetidamente), las situaciones y los contactos que Pablo cita con naturalidad, interpelando uno por uno a los interlocutores de su discurso, haciendo de la carta un vehículo de sentido “atinado”, orientado precisamente a un nombre, a una dirección, a una destinación” (Seminario de editores 213).
El modelo del Editor paulino
Muchos aspectos de la vida de san Pablo pueden servir de inspiración al Editor Paulino. Nosotros partimos de las palabras de nuestro Fundador:“La Carta de san Pablo a los Romanos es el primero y principal ensayo del apostolado de las ediciones, el ejemplar sobre el que debería modelarse toda edición paulina” (Espiritualidad paulina 1962).En el Templo a san Pablo de la Casa Madre de Alba, un bonito cuadro representa la Carta a los romanos. El padre Alberione afirma: “el cuadro en su conjunto representa bien la índole y la finalidad de nuestro apostolado: llevar el Evangelio a todas las gentes de todos los tiempos» (Idem).
¿Qué aspectos la Carta a los Romanos pueden inspirar el apostolado paulino? El P. Alberione lo explica en un texto de 1958. Exponemos en síntesis esos tres caracteres que deben formar parte de la identidad del Editor Paulino:
- Estar bien revestido del Espíritu de Jesucristo y abundar en él para tener que dar. Si queremos dar el bien a las personas, es preciso poseerlo porque nadie da lo que no tiene.
- Siempre tener presente el tipo de auditorio: quiénes son los destinatarios para comunicarles lo que haga bien directa o indirectamente. San Pablo adaptaba los principios del Evangelio, los interpretaba, los explicaba y dedicaba su a las gentes y las comunidades su tiempo.
- Tener el corazón encendido en amor a la misión. San Pablo tenía todos los pueblos en su corazón. Amor sobre todo para los viven en las tinieblas y son ignorantes.
En efecto, en la Carta dirigida a la comunidad cristiana de Roma, Pablo, después de presentarse como“servidor de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios»(Rom 1,1), muestra su visión abierta y universal con relación a su misión: “Me debo tanto a los griegos como a los que son, a los sabios como a los ignorantes; de ahí mi propósito de anunciarles la Buena Noticia también a ustedes, los que habitan en Roma» (Rom 1,14-15).
Hoy, en una sociedad cada vez más conectada, san Pablo sigue inspirando al Editor Paulino a tener gran apertura de corazón y de mente. Son actualísimas las palabras de nuestro Fundador:“Debemos tener y cultivar un corazón amplio, un corazón apostólico, el corazón de san Pablo” (PrPM 161). Y también: “El que se acerca a san Pablo, se transforma poco a poco y aprende a vivir como él, a rezar como él. El que ama a san Pablo ensancha pronto su corazón, se hace generoso y de miradas amplias” (Nec. Orar siempre, 161).
***De la carta del Superior General Valdir José de Castro