El mes de mayo de este año trae para la Sociedad de San Pablo, y para toda la Familia Paulina, una particular fuente de bendiciones con el inicio del XI Capítulo general de nuestra Congregación. En efecto, del 29 de mayo al 19 de junio, los superiores mayores y delegados de todas las circunscripciones nos encontraremos reunidos en Ariccia (Italia), para vivir la experiencia sinodal del Capítulo, que por varios años ha venido preparándose desde la clave de una firme convicción: que los Paulinos hemos sido “llamados a ser artesanos de comunión, para anunciar proféticamente el gozo del Evangelio en la cultura de la comunicación”. Se trata de todo un programa de vida, que, en nuestro caso, se ilumina desde un perla preciosa de enseñanza paulina condensada en Rm 12, 2: “Sean transformados mediante la renovación de su mente”.
El camino de preparación y celebración del Capítulo está marcado por la sinodalidad, que es algo más que un simple tema de moda, o una metodología de trabajo, pues se trata de un verdadero y auténtico estilo de vida cristiana. Podríamos decir que hace parte de la esencia misma de la Iglesia desde sus orígenes. De hecho, la vida cristiana es un camino compartido por quienes desean responder a la llamada del Maestro Divino, siguiendo sus huellas como buenos discípulos y discípulas suyos por la senda de la voluntad y el proyecto de Dios.
En ese espíritu sinodal, el Capítulo buscará recoger la riqueza del aporte de todos los Hermanos para revisar, evaluar, programar y proyectar nuestro compromiso paulino de santificación y de apostolado, en fidelidad creativa a la enseñanza de nuestro Beato Fundador.Comunión, participación y misión, serán conceptos fundamentales que iluminarán y acompañarán la experiencia y los trabajos del Capítulo, teniendo presente que la eficacia de dicho acontecimiento dependerá de su posterior aplicación, proyección y apropiación por parte de cada uno de los paulinos y de cada comunidad en la que seguiremos viviendo la belleza de nuestro carisma.
Anticipadamente, agradecemos las manifestaciones de solidaridad en la oración por parte de todos los miembros de la Familia Paulina. Debe ser el Espíritu Santo el gran protagonista de nuestro Capítulo, y eso es lo que pedimos con fe al Señor. Y que los frutos de nuestro Capítulo lleguen también a las demás Congregaciones e Institutos y Cooperadores, mediante nuestro servicio de Congregación nutricia (“altrice”) en la Familia Paulina. Y que María santísima, en este su mes, con su intercesión obtenga para los Capitulares el don del Espíritu Santo, como lo obtuvo para los Apóstoles reunidos con ella en Pentecostés
P. Danilo Medina L., ssp,
superior provincial