VIVIR LA FE EN UNA IGLESIA DE SINODALIDAD
MONS. CECILIO RAÚL BERZOSA
La Iglesia tiene dos caras: la visible y la invisible; después del Vaticano II, se define como “misterio de comunión para la misión”: misterio porque tiene su origen en la Trinidad; no es un invento ni una creación humana. Comunión, porque es sacramento, en forma de cruz, vertical -unión de los hombres con Dios- y horizontal, de los hombres entre sí. La comunión se traduce necesariamente en comunidad, y esta, en sinodalidad. La misión es entender que la Iglesia no es para ella misma, para engordar como institución, sino para anunciar y donar el mejor tesoro que hay en ella y por lo que existe: a su Señor Jesucristo.
Cuando hablamos de la Iglesia, por un lado, o desde una mano, afirmamos justamente que es una: la misma en todos los lugares y en la historia; santa: Dios, el Santo, la habita a pesar de los pecados de los hijos; católica: con vocación de universalidad para todas las gentes y para todos los pueblos; apostólica: fundamentada en la tradición viva de los apóstoles y, a la vez, siempre misionera y enviada, y romana: presididos por el “ministerio petrino” en la verdad y en la caridad.
Por otro lado, o desde la otra mano y particularmente desde el Vaticano II, la Iglesia es ecuménica: facilitadora del diálogo y el encuentro entre credos y confesiones diferentes; martirial: porque vivir su mensaje y ser coherente con su vida cuesta lágrimas y sangre; evangelizadora: no es para ella misma sino para anunciar el Evangelio; samaritana: Iglesia pobre y de los pobres, y sinodal: todos haciendo un mismo camino complementario, en efectiva y real participación y corresponsabilidad, con diversas y complementarias vocaciones-carismas-funciones.
(Continuará)
Obra de las Santas Misas perpetuas
“El que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia (…). Dios ama al que da con alegría” (San Pablo a los Corintios)
2400 MISAS ANUALES
Junto a la Sociedad de San Pablo, ha sido instituida desde 1925 la Obra de las Santas Misas Perpetuas. Se trata de 2.400 Santas Misas que cada año son celebradas por los sacerdotes de la Sociedad de San Pablo para todos los Cooperadores Paulinos y otros inscritos, vivos y difuntos. Esta obra fue proyectada por el beato Santiago Alberione como signo de agradecimiento hacia todos aquellos que ayudan en los apostolados de la Familia Paulina La Obra de las 2.400 Misas anuales perpetuas tuvo en un primer momento su sede oficial en Alba (Italia) y desde el 22 de marzo de 1937 fue transferida a Roma, en la Casa General, con un decreto del cardenal Marchetti Selvaggiani, vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma.
Normas para la inscripción
- Cada inscripción se refiere a una persona particular, ya sea que esté viva o difunta.
- A cada inscrito, la dirección le entrega un certificado con el nombre y la fecha de inscripción.
- Los inscritos gozan con los beneficios de 6 Santas Misas que cada día son celebradas exclusivamente por ellos.
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La ofrenda por cada inscripción tiene valor perpetuo y se establece con el ecónomo al teléfono +57-601-3682099 en el momento de realizarla.
Para la inscripción, por favor consignar la ofrenda acordada en el Banco AVVillas, cuenta de ahorros No. 009-09061-4, a nombre de Sociedad de San Pablo, y después enviar el comprobante a la dirección: Asociación Cooperadores Paulinos /Carrera 46 N 22A-90 Bogotá – Colombia, o al correo: economoprovincial@sanpablo.com.co