VIVIR LA FE EN UNA IGLESIA DE SINODALIDAD
MONS. CECILIO RAÚL BERZOSA
Vamos a finalizar concretando en cinco preguntas, a modo de test, cómo debe ser la experiencia de sinodalidad en nuestras comunidades y si la estamos viviendo de verdad:
Cuando hablamos de la Iglesia, por un lado, o desde una mano, afirmamos justamente que es una: la misma en todos los lugares y en la historia; santa: Dios, el Santo, la habita a pesar de los pecados de los hijos; católica: con vocación de universalidad para todas las gentes y para todos los pueblos; apostólica: fundamentada en la tradición viva de los apóstoles y, a la vez, siempre misionera y enviada, y romana: presididos por el “ministerio petrino” en la verdad y en la caridad.
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a. ¿Acepto los planes de pastoral diocesanos, y no solo los míos o los de mi grupo?
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b. ¿La pastoral y misión que realizamos mira solo “a los míos”, a los nuestros o más bien a toda la Iglesia diocesana y universal: “pastoral vertebrada y de conjunto, abierta y católica”?...
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c. ¿Promuevo y participo en los Consejos económico-pastorales, y otros, a todos los niveles, parroquial, arciprestal, sectorial, zonal-vicarial, diocesano?
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d. ¿Potencio las vocaciones, los carismas, los ministerios y funciones en mis comunidades?
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e. ¿En mis comunidades parroquiales, arciprestales, sectoriales, zonales y diocesanas, se pro- mueven movimientos y nuevas realidades eclesiales; para ser “familia de familias” y “comunidad de comunidades”?...