Capitulo IV
Apostolado
Art. 9 – Laicos con color paulino en el mundo y en la Iglesia.
- 1 – El Cooperador paulino desempeña su apostolado primeramente en los compromisos cotidianos. Sigue a Jesucristo Maestro, Camino, Verdad y Vida, enviado por el Padre a servir y a salvar a los hombres en el mundo. Por esto se comprometen a practicar el ideal evangélico del amor a Dios y al prójimo en las condiciones ordinarias de la vida.
- 2 – La Asociación Cooperadores Paulinos hace proprio el fin de la Familia Paulina, abrazando “desde fuera” -como decía el Fundador- todos los apostolados de las demás Congregaciones paulinas, para vivir integralmente el Evangelio en el espíritu de san Pablo, bajo la mirada de María Reina de los apóstoles, y comunicarlo al mundo con los medios que mejor corresponden al carácter de cada una de las Congregaciones: la comunicación social (fin especifico de la Sociedad San Pablo y Pía Sociedad de las Hijas de San Pablo), la Eucaristía, el Sacerdocio, la Liturgia (fin especifico de las Pías Discípulas del Divino Maestro), la pastoral parroquial y diocesana (fin especifico de las Hermanas de Jesús Buen Pastor-Pastorcitas), la promoción y atención de las vocaciones (fin especifico del Instituto Reina de los apóstoles para las vocaciones-Apostolinas), así como la apertura a otros ámbitos que caracterizan la vida secular propia de los Cooperadores.
- 3 – Uno de los principales compromisos de los Cooperadores paulinos respecto al apostolado es el de insertarse en la acción pastoral orgánica de la Iglesia, tanto general como local, colaborando con ella en los sectores que caracterizan la especificidad de las Congregaciones paulinas.