El pasado mes de octubre, la Sociedad de San Pablo, y con ella toda la Familia Paulina, vivió circunstancias particularmente importantes que queremos compartirles brevemente. La primera fue la celebración del centenario del apostolado bíblico paulino. En efecto, en 1924, a escasos diez años de la fundación, con la aprobación del Obispo de Alba, el Padre Alberione daba inicio a aquello que con el tiempo se consolidaría como la Sociedad Bíblica Católica Internacional (SOBICAIN). A partir de entonces, nuestra Familia religiosa no ha dejado de difundir la Palabra de Dios en el mundo entero. Para conmemorar esa feliz realidad, más de veinte paulinos de todas las circunscripciones, junto a representantes de las congregaciones femeninas de la Familia Paulina, realizamos una asamblea, del 9-15 de octubre, iniciando con una peregrinación a la isla de Malta, donde aún hoy son palpables los signos de la presencia de san Pablo, quien, según el relato de Lucas (Hch 27, 27 – 28, 10) llegó a aquella isla tras salvarse milagrosamente de un dramático naufragio, mientras lo llevaban como prisionero hacia Roma. Regresando de la peregrinación, tuvimos dos días de encuentro en la casa general de la SSP en Roma, para tomar contacto con la fecunda historia de la SOBICAIN, evaluar su presente y entrever propuestas e iniciativas para darle continuidad y proyección hacia el futuro.
Luego, en la Casa Divino Maestro de Ariccia, del 16-19 de octubre, tuvo lugar el encuentro de Delegados de los Institutos paulinos de vida secular consagrada, quienes junto a varios superiores mayores, revisaron algunos aspectos fundamentales de la identidad carismática y espiritual de los Institutos, así como su dimensión de identidad jurídica y canónica, que se encuentra en discernimiento y clarificación. Fue ocasión propicia para repasar su realidad actual en la geografía paulina mundial y constatar su importancia fundamental en el contexto de la Familia Paulina. Las estadísticas son elocuentes: de los aproximadamente 13.374 miembros que formamos el total de la FP actualmente, 2.586 son miembros de los Institutos, mientras que la suma de los paulinos y las hermanas de las Congregaciones femeninas llega a 4.212, y los Cooperadores son 6.576. La conclusión generalizada entre los participantes daba cuenta del gran signo de esperanza que representan nuestros Institutos en nuestra Familia.
Finalmente, del 21-26 de octubre, también en la casa Divino Maestro de Ariccia, tuvimos el Seminario Internacional sobre Pastoral Vocacional. Más de setenta personas, entre superiores mayores, coordinadores de la formación y vocacionistas de la Sociedad de San Pablo, el gobierno general en pleno y representantes de todas las congregaciones e institutos de la FP, nos encontramos para dar cumplimiento a cuanto dispuso nuestro XI Capítulo general, el cual, en la Línea operativa 2.1.5 del Documento programático dispuso: «El Superior General, con su Consejo, a través del Secretariado Internacional para la Pastoral Vocacional y la Formación (SIF), organice antes del Intercapítulo un seminario internacional sobre la pastoral vocacional para conocer a los jóvenes de hoy y renovar nuestras metodologías de diálogo y acompañamiento hacia ellos».
En su mensaje de apertura del Seminario, nuestro Superior general, P. Doménico Sóliman, refiriéndose a la estrecha relación de este Seminario con los anteriores seminarios internacionales (del Editor Paulino y sobre la Formación paulina para la misión), afirmó: “Podemos decir que este Seminario es la tercera etapa de un camino y una reflexión que, como Sociedad de San Pablo, estamos viviendo en este cambio de época. La misión paulina cambia, no en los fines, sino en la forma de vivirla hoy. Los procesos formativos cambian porque los desafíos apostólicos suponen nuevas especializaciones y, sobre todo, un nuevo enfoque de la comunicación, especialmente a la luz de la “cultura del encuentro”, de una comunicación cada vez más vivida como red, diálogo, cercanía… Precisamente en este contexto, también nuestro enfoque con las nuevas generaciones debe ser revisado, cambiando las “metodologías de diálogo y acompañamiento”: el Señor no se cansa de llamar a jóvenes para que vivan como apóstoles, como san Pablo, como Don Alberione; lo que cambia es su experiencia de fe y nuestra forma de dialogar y acompañarlos, también en contextos culturales realmente diferentes”.
Siguiendo una metodología en tres etapas (explorativa, formativa y generativa), se desarrolló nuestro Seminario a modo de un laboratorio donde fueron muy importantes los aportes de todos en los grupos lingüísticos de trabajo, no solo para dar a conocer y compartir las realidad propia de la pastoral vocacional en las varias circunscripciones, sino también haciendo eco de los aportes recibidos en las conferencias y testimonios que representaron la fase iluminativa del encuentro, y dialogando cordialmente acerca de los aspectos, valores, actitudes y orientaciones que debieran tenerse en cuenta al momento de programar nuestras futuras tareas e iniciativas en el e campo de la promoción y acompañamiento de las vocaciones.
Si bien el panorama de la realidad actual suscita preocupaciones y tristezas, por los casi nulos resultados en algunas latitudes, prevaleció la esperanza y la certeza de la acción de Dios que sigue llamando obreros a su mies, y que va permitiendo que surjan signos alentadores tanto en América, África y Asia, como incluso en la vieja Europa, donde sobresalen interesantes iniciativas paulinas en el trabajo con los jóvenes, por ejemplo, en Italia y Polonia. La presencia de nuestras Hermanas Apostolinas en el Seminario fue providencial, tanto para guiar el itinerario del encuentro y las metodologías en los trabajos grupales, como para recordarnos permanentemente la importancia capital del apostolado de pastoral vocacional en el presente y futuro de nuestra Congregación y Familia y de toda la Iglesia.
Finalmente, un dato interesante: en el Seminario, además de nuestro Superior provincial, P. Julio Roncancio, y el suscrito, como Coordinador de la Pastoral Vocacional y Formación en la provincia, fue significativa la presencia de otros dos colombianos: la Hna. Lisa González de las Pías Discípulas, y el P. Paulo Palencia, del Instituto Jesús Sacerdote, quienes fueron delegados por sus respectivos Congregación e Instituto como sus representantes en el Seminario.
P. Danilo Medina L., ssp.
