En comunión con la pastoral vocacional de la Arquidiócesis de Manizales les compartimos que del 2 al 6 de noviembre de 2021, la Hna. Yohana Jurado y la postulante Verónica Escudero, de las Hermanas Paulinas participamos de la I Semana Vocacional en la parroquia Nuestra Señora del Rosario del municipio de Aranzazu(Caldas). El lema de este importante acontecimiento fue: “La alegría de caminar con Cristo”.
Fuimos acogidas con gran cariño, tanto por las familias como por los sacerdotes: William Alexander Grajales (párroco), Jhon Edward Trujillo (vicario) y Julián Andrés Garcés (delegado para la Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Manizales). Junto a ellos, conformamos un Equipo Misionero al que se vincularon también las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paul (Hermanas Vicentinas) y algunos seminaristas.
Durante la semana visitamos algunas zonas rurales tales como: San Rafael, Alegrías, Muelas y Camelias, de igual forma algunas instituciones educativasen el sector urbano: dos escuelas y la Normal superiorSagrado Corazón, allí compartimos espacios formativos y talleres vocacionales con niños y jóvenes estudiantes, cuyo tema fue el de las Bienaventuranzas, en el marco del proyecto de vida, además testimoniamos nuestra alegría del seguimiento a Cristo comunicando la propia experiencia del llamado vocacional.
Tuvimos la oportunidad de participar de la celebración eucarística en uno de los ancianatos de la localidad, encomendando a estas personas de la tercera edad, el apostolado de la oración y del ofrecimiento por las vocaciones. El jueves vocacional, entorno a Jesús sacramentado, nos convocamos junto con toda la comunidad parroquial en una hora de adoración para presentar al Maestro Divino, las diversas vocaciones en la Iglesia; fue un momento para presentarle a Él, todos los desafíos, que enfrentamos a nivel juvenil-vocacional y el gran reto de ser instrumentos de Dios, para seguir contagiando la alegría de servirlo a Él en los hermanos.
El día sábado nos congregamos para el rezo del santo rosario vocacional, dejando en manos de la Virgen María, los niños, jóvenes, familias, laicos, sacerdotes, religiosos, religiosas y todos los que estamos comprometidos con esta tarea de generar cultura vocacional. Finalizamos la experiencia con una convivencia en la casa de encuentros de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paul.
Agradecemos de manera particular a las Hermanas Fanny Zapata Claudia Rivera de la comunidad de Manizales, quienes con su oración y detalles de cercanía apoyaron esta participación. Confiamos que esta semilla regada, nazca, crezca y dé frutos abundantes para nuestra Iglesia y nuestra Congregación.