Nuestro seminarista estudió todas las materias de segundo, tercero y cuarto curso de bachillerato con discreto éxito, edificando a sus compañeros y abriendo el corazón de sus superiores eclesiásticos a las más rosadas esperanzas acerca de su futuro sacerdotal
En cuanto a la sinodalidad eclesial, una frase resume los contenidos desde el inicio “dime cómo vives la sinodalidad y te diré qué Iglesia vives y qué modelo de Iglesia estás haciendo”.
Iniciamos un tiempo de gracia con memoria agradecida por lo que Dios ha realizado en nuestra Congregación y a través de nosotras en la Familia Paulina y en la Iglesia.