- 4 – El primer formador es, sin duda, el Espíritu Santo con quien el Cooperador paulino coopera en forma activa, dócil y responsable. El propio Cooperador es el segundo responsable de su formación.
- 5 – Para ser parte de la Asociación Cooperadores Paulinos se requiere un periodo de formación inicial de al menos dos años consecutivos, que culmina con la Promesa. Cada Cooperador paulino está llamado a cuidar una disposición de formación continua.
- 6 – Quien desea ser miembro de la Asociación Cooperadores Paulinos acepta un proceso formativo orientado a los contenidos fundamentales de la identidad de la misión paulina, institucionalizados en el Itinerario formativo específico para los Cooperadores paulinos y traducidos en un proyecto de vida personalizado, valorando la propia experiencia y los propios talentos.
- 7 – La Asociación promueve la formación personal y de grupo a través de personas calificadas, Cooperadores y otros miembros de la Familia Paulina, siguiendo el itinerario formativo.
- 8 – La Familia Paulina acoge a los Cooperadores y les ofrece la debida formación y acompañamiento en su camino vocacional, dentro de la realidad socio/eclesial denominada “Asociación Cooperadores Paulinos”, a la que se pertenece por adhesión libre y personal expresada en la Promesa.
ESTATUTOS DEL COOPERADOR PAULINO
Capitulo V
Formación - Pertenencia - Promesa
En el fondo permanecía el pensamiento de que es necesario desarrollar toda la personalidad humana para la propia salvación y para un apostolado más fecundo: mente, corazón, voluntad... (AD 22).