PARA CONOCER A JESÚS MAESTRO
LOS CUATRO EVANGELIOS PARA EL DISCÍPULO DE NUESTRO TIEMPO
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En el Evangelio según san Mateo los discípulos son presentados como el modelo del cristiano de todos los tiempos. Ellos no son simplemente como aquellos que aprenden una doctrina (Jesús no es un maestro de moral), sino más bien aquellos que comparten en toda la vida de Jesús y con Jesús, hasta su destino de muerte. Ellos viven con Jesús, oran, caminan y él los asocia a su misión de anunciar el evangelio y de obrar milagros.
El nombrar Galilea significa para los discípulos recorrer nuevamente el itinerario histórico de Jesús y revivir la experiencia de vida fraterna vivida con él, quien precisamente en Galilea los había llamado al apostolado: “Vengan en pos de mí, los haré pescadores de hombres”(Mt 4,19). Un itinerario marcado por las palabras de Jesús, por sus milagros, por sus parábolas y una experiencia de vida de amistad, oración, fraternidad y amor.
Galilea es para los discípulos el regresar a los orígenes. Regresando a los orígenes de su llamado ellos son conscientes de ser nuevamente los discípulos de Jesús y de ser nuevamente asociados a su misión, después de la experiencia del abandono y de la traición.
Por esto san Mateo concluye su Evangelio con la invitación que Jesús resucitado les dirige a ellos para que vuelvan a proponer esta intensa experiencia de discipulado con su Maestro a todos los hombres: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos”(Mt 28,19), con la traducción “hagan discípulos” es más precisa al pensamiento de san Mateo que no el verbo “amaestrar”, que aparecía en las traducciones del pasado.
Cada persona que toma contacto con este este Evangelio está invitado a hacer su propia experiencia de los discípulos históricos de Jesús, a vivirla en su propia experiencia de discípulos históricos de Jesús, vivirla personalmente y comunicar a los hombres de su tiempo con un honesto testimonio y en comunión con el Maestro.
P. Primo Gironi ssp
Sacerdote de la Sociedad de San Pablo