El P. Alberione pretende renovar medios y formas del ministerio pastoral para responder mejor a las necesidades de los tiempos. Él sabía bien que lo nuevo de ayer es lo viejo de hoy.
Renovarse ha sido su reto y sigue siéndolo para los herederos de este texto: captando lo que en él hay de perenne, es preciso encontrar medios y formas para traducirlo en hechos hoy. Vale aún la pena creer, como el P. Alberione, que toda iniciativa pastoral o apostólica pensada y realizada sólo en masculino, excluyendo a la mujer o compitiendo con ella (o sólo en femenino, compitiendo con el hombre) estaría destinada al fracaso.
En el trasfondo de MA hay una propuesta de sinodalidad o “cooperación”, “asociación” o alianza por parte del Fundador para que su Familia llegue a ser sujeto unitario, tanto de la formación de los propios miembros, como de la misión paulina, la cual, centrada en la comunicación, ha de realizarse en una Iglesia y en un mundo llamados a transfigurarse juntos en una sola familia de Dios.
Así las cosas, una obra como MA, aun siendo tan “vieja”, cobraría realidad en su valor carismático más nuevo. Porque lo que dura, al menos cuanto el árbol, ¿no son sus raíces? Y tan actuales por lo menos cuanto la “casa”, ¿no son quizás sus fundamentos?
Por favor compartir: ¿A qué nos invita el conocer el contenido de esta obra?
(Continuará)
Rosalba Correa de Clavijo cp