El día que Santiago escucho la primera lección de filosofía al canónigo Chiesa, la tempestad que se había desencadenado en su alma no se había calmado aún del todo.
Confío mi caminar a San Pablo, mi padre y a María Reina de los Apóstoles, pido a ellos para que intercedan por cada joven en el mundo entero que siente este ardor en su corazón para ser una misionera de la Palabra, un apóstol de la comunicación, por todo el mundo.
La forma literaria de la genealogía es la que incluye en un esquema de “catorce generaciones”, repartidas en varios períodos de la historia de la salvación.